viernes, 3 de abril de 2009

Propuesta número 23. Marca turística LPGC

Lagarto... lagarto
Propuesta nº.23. ¿Qué opinión le merece?
Si usted participó en el concurso puede hacernos llegar su "marca turística" para ser publicada en este blog e intentar aportar transparencia a este concurso

3 comentarios:

LOGOPEDO dijo...

Estimado Avatareño, pues yo si estoy a favor de los concursos públicos si se hacen bien, con unas bases claras, con un jurado honesto, y con transparencia.
Lo que no comparto son los concursos para premiar al amigo, al enchufado o al recomendado de turno, exactamente como parece ser en el caso del Sr Aday y compañía.
LLevo dos meses esperando a ver si recibo el acta del jurado de un concurso en el que he participado de forma anónima (como debe ser, y no como otros) para el logo de la marca turistica de Las Palmas de Gran Canaria.

Por cierto, éste no me gusta, con perdón, la vegetación que recuerda a Nestor parece una lechuga.

Marco dijo...

Secundo la moción. A mí me recuerda algo al otro que parecía de los Beach Boys asi todo creo que estaría bien para el concurso de Las Canteras que a todas estas aún no sé quién lo ganó. Ñoooooooos 23 logos ya, que bueno

Sergio (Avatareño mayor) dijo...

Primero... el logo.. como que no... disculpas al diseñador.

Logopedo... de nuevo, coincidimos. Lo que ocurre es que en esta bendita tierra canaria nuestra, como diría Mary Sánchez, el término concurso público está demasiado choteado y mal usado por parte de las instituciones que lo promueven.

En este caso, el concurso se hizo con todas las de la ley... otra cosa es que no nos guste su resultado y que sea razonablemente dudoso el mismo vistas todas las cosas.

Lo que me parece extremadamente mal de los concursos públicos (los de aquí al menos) es que las instituciones lo suelen emplear como un hervidero de ideas que les llegan a un coste mínimo de inversión inicial y con un coste final muy por debajo de lo que tendrían que pagar por un trabajo remunerado profesionalmente.

Hace tiempo que no me presentaba a ninguno y éste me ilusionó especialmente porque se valoraba el trabajo profesional con un premio digno de comparación con lo que se pagaría en la calle. ¿Cuál ha sido el problema? Que el ganador, para mi gusto, no vale ni la mitad de lo que han pagado.