viernes, 12 de diciembre de 2008

Los asesinados también tienen clase.

OPINION
Ha sido una semana dramática en Canarias. Seis personas han perdido la vida de forma violenta y en circunstancias completamente diferentes desde el pasado domingo, pero esas muertes no han tenido el mismo efecto en la sociedad.
¿Acaso también hay clases sociales a la hora de ser asesinado?. Sin duda, el caso del joven Iván Robayna ha sido el que ha acaparado mayor atención de los medios de comunicación. Quizás su juventud, las circunstancias en las que se produjo su fallecimiento o, simplemente, su condición de estudiante universitario ha condicionado que él haya sido el protagonista de las portadas de la mayoría de los medios de comunicación durante los últimos cinco días.
No quiero que se malinterpreten mis palabras, porque condeno enérgicamente cualquier tipo de violencia y lamento profundamente que un chico de 19 años pierda la vida a manos de cuatro “valientes” que se ampararon en la madrugada para salir de caza. Iván tuvo la desgracia de pasar por una calle por la que cualquiera puede salir de marcha en alguna ocasión. Iván, sin saberlo, pasó en el momento menos apropiado. Este suceso ha servido lamentablemente para que algunos aireen sin ningún rubor su demagogia. Los periódicos han vuelto a plasmar en sus ediciones digitales el lado más sensacionalista y muchos lectores han aprovechado para lanzar mensajes que poco se acercan a la realidad.
Este domingo, a las 12 del mediodía en la Fuente Luminosa, habrá una concentración de repulsa por la muerte de Iván. Dicen que se realizará “para que no se olvide el caso y que la justicia sepa que demandan un castigo ejemplarizante para los agresores con el objetivo de que sucesos como éstos no vuelvan a ocurrir”.
Esta semana también se halló un cuerpo calcinado en el interior de un coche en Tenerife. Aún no se sabe quien es y en Lanzarote, Expedita apareció flotando al norte de Lanzarote. Fue asesinada violentamente apenas unas horas antes de que su cuerpo fuera localizado por un pescador. Expedita era una conocida toxicómana a la que se veía con frecuencia pidiendo ayuda económica y trabajando como prostituta. El individuo no identificado en Tenerife y Expedita apenas han llenado páginas de periódicos y nadie se manifestará por ellos pero en Canarias también deberíamos exigir que sucesos así no vuelvan a ocurrir.
Foto: Playa de Arrieta, donde encontraron el cuerpo de Expedita

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Bufff, artículo durísimo y muy real. Además aún no se ha detenido a nadie que tenga que ver con la chica de Lanzarote así que está claro que la eficacia policial no es la misma y del carbonizado ni te cuento.

Anónimo dijo...

¿6 asesinatos?, solo veo 3

Anónimo dijo...

Creo que tu artículo es un poco "cruel".
Tienes razón en parte, pero soy capaz de entender que hay muertes que impactan más que otras.
Cuando la victima, por su extraordinaria normalidad podría ser tu hijo, hermano, primo, sobrino, tío... una persona anónima para el resto de la sociedad hasta ese momento, pero al que pones inmediatamente en relación de teórico parentesco.
Sin embargo, cuando la víctima es ya una víctima en vida de otros factores (toxicómanía...) pues no queremos que esa dura realidad de la vida forme parte de nuestro entorno inmediato.
Si en lugar de un loco descerebrado (asesino), la muerte la causara una "enfermedad fulminante", en el primer caso (estudiante joven) resultaría muy triste. En una persona de avanzada edad resulta igual de triste, pero es más comprensible. Y en el segundo caso (toxicómana) muchos podrían incluso pensar que era el resultado de los males que ya le afectaban en vida, y siendo igual de triste, te afecta menos.
No creo que sea una cuestión de clase, sino de temor a lo que te resulta más próximo.

Carlos Juma dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Juma dijo...

Muy bien, claro y contundente

Anónimo dijo...

Tienes razón pero no lo decimos con tanta crudeza. Pedrojota la chica de Lanzarote no hacía mal a nadie, simplemente pedía y era una especie de Lolita Pluma muy conocida allí. Imagínate que ahora asesinan al "aparacacoches" de tu calle al que ves todos los dias y que es un yonki al que le has dado alguna moneda algún día y que nunca ha causado problemas. ¿Te manifestarias por el?

Anónimo dijo...

No he dicho que la chica de Lanzarote mereciera que la asesinaran, ni que hiciera mal a alguien, ni que tenga que darnos igual.
Sólo he querido decir que entiendo el mayor impacto social de la muerte violenta del joven estudiante, siendo ambas igual de lamentables.

Anónimo dijo...

¿Como se elimina una entrada?
¿Es el autor del comentario?
¿Es el autor del blog?

Anónimo dijo...

Esto me recuerda a cuando en las noticias vemos a un norteamericano que es asesinado a tiros por un loco con pistola y a cuando muere un niño de sida en Sudáfrica... Parece que hoy en día el impacto del primer ejemplo es mayor, lamentablemente, porque lo del niño sudafricano es lo previsible o, incluso, "habitual". Nos hemos malacostumbrado a verlo como lejano personalmente y no identificarnos con ello. Las muertes en este sentido no pueden dolernos unas más que otras. Es humanamente inadmisible. Enhorabuena por el artículo.

Anónimo dijo...

Por cierto anónimo, el que elimina una entrada es el autor del comentario. No parece lógico que el autor de blog, siendo periodista, restrinja el derecho a alguien de dar su opinión. A veces la gente se retracta de lo que escribe.

F.C.B dijo...

Hola a tod@s: Me gustaría aclarar 2 asuntos. Digo 6 asesinatos porque además de los 3 comentados, 3 mujeres también han muerto a manos de sus parejas sentimentales durante esta semana. Se trata de lamentables sucesos dentro del apartado de la violencia doméstica. Asunto sobre el que ya me he manifestado semanas atrás.
En cuanto a lo de borrar comentarios, me gustaría aclarar que nunca suprimo las aportaciones de los lectores. ¿Cómo borrar?. Creo que justo después de publicar un comentario aparece una papelera junto al texto que permite suprimirlo.
Gracias y un saludo

Anónimo dijo...

Con todo respeto... discrepo.
No creo que los asesinados tengan clase. La clase a la que te refieres la establecen los que se quedan aquí, y no los que se han ido.
El resultado de la libre elección de pensamiento es personal, pero su agregación (pensamiento colectivo) se rige por criterios de mayorías y minorías.
Aunque personalmente consideremos que el resultado no es justo, no deja de ser el resultado.
Cuestionar el impacto de una noticia en la sociedad no implica que esa sociedad considere justo o injusto los hechos que la producen.
El impacto se mide por otro rasero, insisto, por el miedo.
Los gobernantes manejan muy bien esos miedos para manipularnos permanentemente, y gran parte de los periodistas no tienen ni puñetera idea del daño que hacen al seguirles el juego.
(Afortunadamente no te considero en ese grupo, y por eso leo tu blog y participo con comentarios, pero en este caso discrepo)

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en todo lo que dices, en especial cuando te refieres a los medios que han utilizado la muerte de este chico de una manera totalmente sensacionalista.